La salida hacia Chiang Mai tomo un par de horas, eso significo un malgenio por mi parte, mas de 2 horas en la pequeña estación de buses. La llegada a Chiang Mai fue cerca de las 8 PM, un poco tarde para salir de aventurero a buscar hostal, aparte, aun conservaba algo de malgenio, cansancio y solo quería llegar al primer hostal que viera. Mi compañera de viaje quien ya había estado antes en esta ciudad hizo una recomendación y bueno, algo caro pero muy comodo, bastante limpio pero tal vez alejado del centro, del bullicio, de los restaurantes, de la cerveza y eso no me gustaba.
Un refrescante baño y salimos a buscar algo de comer. Mis primeras impresiones de Chiang Mai eran de una Bangkok miniatura, cantidad de turistas, cantidad de restaurantes (no cerca de mi hostal), prostitutas, ladyboys…Después de un par de cervezas regresamos a nuestro escondido hostal y madrugamos para un nuevo y activo día (supuestamente). Madrugamos y de tanto pensar que hacer y no llegar a ninguna conclusión Sai, decide pasar el día en Internet y yo decidí tomar un tiempo para mi y salir a caminar por las calles, tomar algo de fotos, conocer alguna guapa turista e invitarla una cerveza, tal cual mis planes. Salí por el centro de la ciudad, sin mapa y sin saber en verdad para donde iba, los restaurantes a medio llenar y el hambre no se hacia esperar, así que entre y pedí lo de siempre, el único plato que sabia que me gustaba y evitaba ponerme a probar nuevos platos para luego no terminarlos de comer, -Me regala un Khao Pat por favor? – Le digo al mesero (Que caro están los platos!) pensaba mientras ordenaba. Pasaron un par de minutos y al lleno restaurante entran 2 chicas y un chico, miraban donde sentarse y no encuentran nada libre, hasta que ven mi mesa (una mesa para 4) y ven que hay asiento de sobra, se acercan y preguntan sin pueden sentarse a lo que accedí sin pensarlo, nos saludamos y una de ellas me dice –Latino? - -Yes I am, Colombian exactly – ellas, una Inglesa y la otra Australina y el, un Americano, viajaban por separado y se conocieron en el camino; conversamos, comimos y salimos a tomar unas cervezas y llegamos a un bar bastante Irlandés lleno de turistas y de Tailandesas acompañantes de los turistas (de muy buena reputación), tomamos, jugamos ping pong Beer, conocimos mas mochileros y ya cuando note que no podía caminar en línea recta decidí regresar al hostal, ahora eran 2 grandes problemas, no tenia mapa y no recordaba claramente el camino, no se cuando tiempo dure caminando, creo que lo que hice fue darle vueltas a la manzana y tome un taxi y con un poco de idea de nombre del hostal allí llegue sano, salvo y borracho.
Entre a la habitación y Sai ya estaba durmiendo, eran las 10 PM, no sabia que el tiempo corría mas rápido en Tailandia, cuando Salí en la manan eran las 9 am, en fin, era hora de dormir.
Sai me despierta a las 10 am y el guayabo (dolor de cabeza gracias a una fuerte y divertida noche) se apoderaba de mí, -servicio a la habitación, por favor un gran vaso de agua con mucho hielo. Salimos del hostal después de almuerzo en busca de un taxi que nos llevaría al templo Wat Phra Doi Suthep situado en uno de los picos de Chiang Mai, aquí, hay cerca de 700 templos budistas y elegimos este no solo por ser uno de los mas famosos si no por la vista prometedora sobre Chiang Mai. Paramos una especie de camioneta y nos dice que para donde vamos a lo que respondemos, en eso pasan 2 japoneses y que coincidencia, iban para el mismo lugar, así que compartimos taxi. El templo no quedaba muy lejos, a unos 30 minutos pero sentí como si hubieran sido 3 horas, no se cuantas curvas eran y con el guayabo que llevaba solo podía repetir ‘’yo llego a pie, déjenme aquí que la tengo viva’’.
Llegamos al Wat Phra Doi Suthep templo, pagamos nuestra entrada y como es debido tuvimos que dejar nuestro calzado afuera, como en cada templo hay que hacerlo por respeto; Nos recibía una agrupación de ninots quienes tocaban de manera increíble mientras las niñas bailaban con unos hermosos trajes, grandes aros en sus orejas, GIGANTES aros diría yo y un exceso de maquillaje pero a pesar de esto no podía evitar conmocionarme viendo sus danzas, viendo como estas niñas a tan temprana edad tienen que levantarse e ir a bailar para que los turistas se apiaden y regresen a casa con un dinero, siempre sonrientes mantenían su coreografía de manera perfecta y yo no me cansaba de hacer unas cuantas tomas.
Dejamos estos grandes artistas y continuamos nuestro recorrido por el templo. Gente en posiciones de respeto arrodillados, hermosas figuras muchas de estas bañadas en oro y aunque estoy alejado de la religión (pero no de Dios) respeto a cada uno y hasta tomo mi tiempo para hacer unas cuantas peticiones a Budha. Es tiempo de regresar pero era demasiado temprano a lo que nuestros planes de regresar a casa a buscar un bar para embriagarnos cambiaron y decidimos pasar por el Zoológico de Chiang Mai y conocer por fin un Panda, un Pandaaaaaa!! J, esa fue la cara que hice al verlo, ya imaginaran.
Esto fue un día poco sobrio en Chiang Mai, alistaremos maletas por que nos espera Pai, una aldea a unas cuantas horas de Chiang Mai.
Peace and love.
Camilo Prada